Parte 3 Cap 13 El entrenamiento de farid.

Parte 3 Cap 13

El entrenamiento de Farid.

Mildred estaba consciente y con vida pero aún no abría los ojos…
Entonces una lágrima cayo de los ojos de Celina sobre la niña y Mildred despertó por completo.

Celina la abrazó muy fuerte y Mildred dijo:

-Me vas a romper los huesos.

Todos rieron felices… pero…

-Aún no canten victoria – dijo Lene - ¿Podes levantarte?

Mildred intentó levantarse y dijo:

-No, no puedo, siento el cuerpo pesado.

Entonces Celina lo adivinó:

-Falta Farid.

-Ahora querido amigo es tu turno, tú tienes que crecer sino el círculo no puede cerrar.

Celina miró a Lene, si ella al principio no tenía ni idea de cómo ayudar, él tampoco sabría qué hacer. Farid otra vez abrió los ojos como si hubiese visto un fantasma ¿En qué podría ayudar?

Lene sonrió y se fue afuera.

-¿ y ahora por qué sonríe? – dijo Astran.

-Vamos afuera – le decía Kyros a Airan, pero Airan se quedó quieto - ¡Airan! Vamos afuera – volvió a decir.

- Ah! Sí vamos – dijo.

Dentro de la casa…

-¿Y yo qué puedo hacer?

Lene no dijo nada y miró el azul del cielo.

-Una pista – dijo Celina – Mejor dicho dos. Lo encontraras cuando más intranquilo estes, busca en tu historia en común con ella – dijo saliendo a Tomar algo de aire.

No estaba muy de acuerdo con lo que había hecho y dicho pero todo era por el bien de Mildred. Farid todavía no había encontrado la forma de demostrarle a Celina las verdaderas intenciones para con Mildred, pero ya tenía un pie y medio adentro…

-Si no haces algo será tu culpa – dijo Trilo.

-¿Por qué? Si yo no hice nada.

-Precisamente por eso, aún eres un niño débil. ¡No has hecho nada! – dijo Trilo elevando la voz y lazándolo una y otra vez contra el techo y el suelo - ¡Eres débil! ¡¿Cómo crees que te va a elegir teniendo Kyros, Airan, Aras o Aidán?! No haces honor a tus padres. ¡Hijo de un guerrero y un supremo!

- Mentira – dijo Farid levantándose.

-¿Mentira? ¿Le has dicho lo que sientes? ¿Se lo demostraste a Celina? Cobarde. Pobre Kaled que desilusión – dijo Trilo tirándolo contra la pared.

-Mentira – dijo Farid, ya sin miedo y alzando la voz - ¡Se lo demostré!

-¿Y a Celina? Sabes que si no “llegas” a ella, nunca podrás estar con Mildred. No mereces su amor.

-¡Es mentira! – Gritó – No sos quién para hablarme así. No me conoces. ¿Qué han hecho ustedes?

-No te atrevas a desafiarme – dijo Trilo, sus ojos ya se estaban poniendo rojos del todo.

Celina giró su cabeza en dirección a la casa…

-Farid se enojó – dijo.
Lo pudo sentir.

-¡Soy hijo de Edriss! – Gritó - ¡Hijo de un guerrero!

-¡Demostrámelo, ayudala!

- ¡No sé cómo! – gritó,  y expulsando una energía que se podría comparar con la energía de un guerrero.

Lene sonrió

-Eso amigo, lo tendrás que averiguar vos mismo.

A Farid le sería más difícil encontrar la solución. Mildred miraba a Farid, no entendía la reacción de Trilo, si él siempre fue tranquilo como el sol. Le daba pena Farid, pero sabía que no podía ayudarlo.
Farid al igual que Celina salió de la casa, luego de pegarle a un árbol y de romper varias piedras con su energía, se tiró en el pasto como aquella vez lo hizo en la cama y pensó, pensó un largo rato.

Por más que pensaba no se le ocurría nada, intentó descansar pero fue inútil.

-¿Qué es lo que haría Edriss en este momento? – sintió que alguien le hablaba se levantó miró hacia todos lados pero no vio a nadie.

-¿Qué es lo que haría Kaled en tu lugar? – dijo otra voz.

-¿Quiénes son? – Preguntó – No los puedo ver.

-Eso no importa – dijo otra voz más grave – Lo que importa es que ayudes a Mildred, y te ayudes a crecer.

-¿Cómo es que saben de ella?

Una de las voces rió….

- Sabemos más de lo que crees…

- ¿Son dioses?

-No, estamos en un lugar opuesto al cielo… Pero no pienses en eso… ¿Qué haría tu maestra en tu lugar? ¿Qué haría Synne? Pensá, Farid, pensá.

Farid se volvió a tirar en el pasto, luego de romper muchas plantas, se dio cuenta de que él tenía el poder del bosque y recordó algo que Edriss le había enseñado de niño.

- Ya sé que puedo hacer – dijo – Gracias.

-Buena suerte amigo – dijo una voz femenina.

-¡Buena suerte! – dijeron Todos.

Farid volvió a la casa…

-Pensé que habías huido – dijo Trilo.

-Eso no es de caballeros – dijo Farid, muy serio.
Su voz había cambiado un poco, Farid creció.

Llamó a Celina y dijo:

-Quedate al lado mío

Farid agarró con la mano derecha a Celina y con la otra la mano de Mildred.

Trilo miró a Lene y dijo:


-Ya no nos necesitan más.

-Me alegro – dijo Lene sonriendo.

De los brazos de Farid comenzaron a salir ramas, lianas, como si fuese una enredadera que parecía que brillaba por dentro. Tocó sus frentes y las durmió. La enredadera se metió primero en el brazo de Celina y luego en el de Mildred, después él se corrió y las dos partes de esa extraña planta se unieron formando un “puente”, un canal de energía continuo y fluido. Luego la enredadera envolvió por completo a Mildred, sin romper el flujo continuo de que había entre las dos, durante un día entero estuvieron así.
Zafira iba y venía, Astran se durmió mirando el sol, Skyler charlaba con Kyros, Rawa y Cristal se fueron al lago, Airan extrañamente había vuelto a la casa y se había quedado allí. Extrañamente para todos, exceptuando a Lene que podía entender su motivación y su reacción.

A la mañana siguiente la enredadera se fue corriendo cada vez más hasta irse al suelo y meterse en la tierra.

-Ya está – dijo Farid casi desmayándose por haber usado toda su energía, atajado por Airan,

- Intenta moverte… - dijo Lene mirando a Mildred.

-Estoy bien – dijo Mildred despertándose y levantándose.

-Bien hecho – dijo Celina – Bienvenido al grupo.

Lene y Trilo se miraron y sonrieron, Farid ya tenía dos pies adentro.
Contento Farid abrazó a Celina.

- Está bien…, está bien – dijo Celina – gracias por ayudarla. Igualmente todavía te falta, todavía te falta…

- Tuve ayuda de alguien… - dijo Farid.

-¿De quién? – preguntó Lene.

-No sé, oía sus voces pero no los pude ver.

-¿No los pudiste ver?

- No, pero sabían de nosotros…

-Ellos también…. – dijo Trilo.

-¿Ustedes los conoces? – preguntó Farid.

-Sí, son o fueron amigos nuestros alguna vez.


-Yo también sentí algo, una voz femenina muy peculiar y recuerdo un nombre: LUZ.

-¡¿Luz?! – dijo Lene mirando a Trilo.

-No les hacemos falta, ya han crecido – dijo Trilo sereno.

-A parte en cualquier momento vuelve Synne – dijo Lene.

-Ahora están los tres unidos, permanezcan así siempre – decía Trilo.

-El dolor, la ira junto con la amistad y el amor pueden hacer grandes cosas, no lo olviden.

-¿Se van? – preguntó Mildred.

-Nos quedamos hasta que Synne vuelva.

-A comer – dijo Airan – Poniendo la mesa y permaneciendo cerca de Celina….